CEGUA CEGUA CEGUA CEGUA CEGUA
La Cegua (del náhuatl, cihuatl, mujer) también conocida como Segua o Tzegua, es una criatura de las leyendas mexicanas y centroamericanas. Es un ser espectral que se materializa por las noches en caminos solitarios, solicitando ayuda
para que la lleven a algún poblado cercano. Generalmente se aparece a los hombres mujeriegos en la forma de una mujer muy hermosa, la cual luego se transforma en un monstruo con la cabeza de una yegua. El mito de la Cegua es de origen mesoamericano y está relacionado con el mito de la Siguanaba, con algunas variantes, y en parte, con el de la Llorona.
para que la lleven a algún poblado cercano. Generalmente se aparece a los hombres mujeriegos en la forma de una mujer muy hermosa, la cual luego se transforma en un monstruo con la cabeza de una yegua. El mito de la Cegua es de origen mesoamericano y está relacionado con el mito de la Siguanaba, con algunas variantes, y en parte, con el de la Llorona.
Muchacha de divina voz que arrulla como un canto de sirena, pero que no da la cara que tiene de yegua infernal. Enamora con su arrullo a los hombres que andan por solitarios caminos. Tiene la muerte en los labios y mata besando. Cuentan algunos que la han visto bañarse en el río y peinarse las crines con una rasqueta de
oro. La leyenda narra que cuando un borracho salía de la cantina a altas horas de lo noche y emprendía su viaje de regreso a casa, en medio del camino desolado y oscuro aparecía una hermosa mujer con un vestido blanco que le pedía si la podía llevar con él; luego montaba en el caballo, detrás del borracho.
Pero el caballo no quería avanzar más. La mujer detrás de él no había dicho una sola palabra. Preocupado el desafortunado jinete, volvía su cabeza. El hombre perdía cualquier rastro de ebriedad al ver que no era una mujer, sino una cabeza de caballo con los ojos gigantescos sobre un cuerpo
femenino. La Cegua se le abalanzaba, mordiéndole en una mejilla de modo que le dejase una marca de por vida; eso sí, si el hombre lograba escapar (condenado a la locura), de lo contrario, su destino era otro, hecho muy probable porque aquella criatura lo persiguiría a cuatro patas, dando saltos descoordinados de un lado
a otro, emitiendo un sonido indescriptible. Las apariciones de esta criatura son siempre en lugares solitarios y acechando mujeriegos y borrachos que abandonan a sus familias. Tiene muchas versiones y todas ellas se refieren a esa mujer que asusta a los hombres mujeriegos.
oro. La leyenda narra que cuando un borracho salía de la cantina a altas horas de lo noche y emprendía su viaje de regreso a casa, en medio del camino desolado y oscuro aparecía una hermosa mujer con un vestido blanco que le pedía si la podía llevar con él; luego montaba en el caballo, detrás del borracho.
Pero el caballo no quería avanzar más. La mujer detrás de él no había dicho una sola palabra. Preocupado el desafortunado jinete, volvía su cabeza. El hombre perdía cualquier rastro de ebriedad al ver que no era una mujer, sino una cabeza de caballo con los ojos gigantescos sobre un cuerpo
femenino. La Cegua se le abalanzaba, mordiéndole en una mejilla de modo que le dejase una marca de por vida; eso sí, si el hombre lograba escapar (condenado a la locura), de lo contrario, su destino era otro, hecho muy probable porque aquella criatura lo persiguiría a cuatro patas, dando saltos descoordinados de un lado
a otro, emitiendo un sonido indescriptible. Las apariciones de esta criatura son siempre en lugares solitarios y acechando mujeriegos y borrachos que abandonan a sus familias. Tiene muchas versiones y todas ellas se refieren a esa mujer que asusta a los hombres mujeriegos.
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