TAU Y KERANA : PADRES DE LOS 7 MONSTRUOS

TAU   KERANA   TAU    KERANA  TAU 

Taú era un espíritu maligno que se había enamorado de Keraná, una doncella que era muy bella y que se pasaba los días durmiendo. Por esta razón le pusieron por nombre Keraná (dormilona). Taú se había quedado prendado de la joven y para poder conquistarla se transformó en un

chico muy bello y decide visitarla siete días seguidos.  En el último día, intenta raptar a la joven, por lo que Angatupyry (espíritu del bien) se ve obligado a intervenir para evitarlo. Se entabló por ello una lucha con Taú que duraría siete días. Taú haciendo uso de sus artimañas finalmente vencería a Angatupyry. Taú se llevaría a Keraná. Esto ocasionó una profunda tristeza su tribu y ruegan un castigo ejemplar al transgresor. Angatupyry  hace una 

maldición como castigo condenando a la pareja a parir monstruos. Así nacen los siete monstruos de la mitología guaraní: Teju Jagua, Mbói Tu'i, Moñai, Jasy Jateré, Kurupí, Ao Ao y finalmente Luisón. Todos ellos nacidos de forma prematura. Dicen que al nacer el último apareció en el cielo una señal de advertencia para que los seres humanos se cuidasen de estos siete engendros: las Pléyades.

La leyenda asocia el castigo a las siete penas de la humanidad: el miedo, el dolor, el llanto, el hambre, la sed, la enfermedad y la muerte. Los siete monstruos hicieron que reinase el terror. Kurupí rapta y viola a las doncellas. Moñai roba y saquea. Luison ultraja los cementerios. Jasy Jateré rapta a los niños. Ao Ao asola los rebaños, Mboi Tuí espera acechante en la selva y  Teju Jagua  inspira solo temor y supersticiones.

FOMORIANOS: LOS DIOSES DE LA MUERTE

FOMORÉ  FOMORÉ  FOMORÉ  FOMORÉ 

Los fomoré o fomorianos  eran en la mitología de Irlanda los dioses de la Muerte, lo Oculto y de la Noche. Tenían diversas formas algunos con un ojo, un pie y una mano; otros tenían cabezas de animales, generalmente de cabra, aunque 

otros como Elatha, que era un joven rubio y hermoso. Habitaban en una oscura región que se encontraba más allá del océano desconocido, y eran la corneja y el cuervo quienes anunciaban su presencia. Balor, que tenía un ojo en la frente y otro en la nuca, era su rey. Una bellísima hechicera, que era la 

mensajera de la muerte, les entregaba las almas de los muertos. Usaba una barca de vidrio en sus viajes, y los jóvenes, que caían seducidos por su belleza, se lanzaban contra ésta, que luego servía para trasladarlos al país de los fomorianos, donde serían esclavizados.

BALOR : GIGANTE Y REY DE LOS DEMONIOS

BALOR  BALAR  BALOR  BALAR  BALOR

 Es el nombre irlandés de un personaje de la mitología celta, también conocido por el rey de los demonios. En la mitología irlandesa  era el guerrero tirano de los Fomorianos , un grupo de seres 

sobrenaturales. Se lo describe como un gigante con un gran ojo que causa destrucción cuando se abre. Se le ha interpretado como una personificación de la sequía , el destrozo y el sol abrasador. Pertenecía a la raza de dioses llamados los Fomoré. Poseía un ojo en la frente y otro en la parte  posterior del cráneo, 

que era maligno y que habitualmente mantenía cerrado. Cuando lo abría, su mirada era mortal para aquel en quien la fijara. Esa mirada era el rayo. Cuentan las leyendas que cuando Balor era joven, espió a los druidas de su padre cuando estaban inventando un hechizo de muerte. Los humos entraron en uno de sus ojosmientras espiaba, lo que le dio el poder de la muerte a ese ojo. Mientras que entre su propia gente, Balor siempre mantuvo su ojo malvado cerrado, por lo que su párpado se volvió tan pesado que después de un tiempo le tomó a diez hombres abrirlo. Sin embargo, el ojo de Balor demostró ser una herramienta poderosa en la batalla ya que tenía el poder de matar todo lo que veía. Se convirtió en el líder más poderoso de los formorianos. 

CHINDI : TODO LO QUE ERA MALO DE LA PERSONA

CHINDI   CHINDI   CHINDI   CHINDI

En las creencias se los navajos, un chindi   (navajo : chʼį́įdii) es el fantasma que se queda después de que una persona muere, se cree que abandona el cuerpo con el último aliento del difunto. Es todo lo que era malo de la persona; El "residuo que el hombre ha sido incapaz de traer a la armonía universal". Los navajos tradicionales creen que el contacto con un chindi puede causar enfermedad (enfermedad del fantasma) y la muerte.

Se cree que los chindi permanecen en los huesos o las posesiones del difunto, por lo que las posesiones a menudo se destruyen después de la muerte y se evita el contacto con los cuerpos. Después de la muerte, el nombre del difunto nunca se pronuncia , por temor a que los chindi escuchen y vengan y enfermen. La práctica tradicional de los navajos es permitir que ocurra la muerte al aire libre para que los chindi se dispersen. Si alguien muere en una casa o hogan, se cree que ese edificio está habitado por los chindi y se abandona.